"Se tu mismo, aunque seas un gilipollas"
Ha sido calificada aquí mismo como de "gran riqueza" "gran honestidad" "gran frase" o incluso, como una "gilipollez".
Pero realmente es deseable que todo el mundo sea realmente "él mismo"?
Firmaríamos esta misma frase?:
Se tu mismo aunque seas un: psicópata,pederdasta o violador?
o quiza... un mentiroso,genocida,racista,sexista o machista?
Creo que realmente no.
El ser un gilipollas, es de los llamados defectos que me ha dado en calificar como "revertibles", es decir, aquellos en los que las consecuancias del propio defecto revierten (las sufren) los demás.
Es como el mal olor corporal. No se me ocurriría animar a nadie a prescindir de su higiene personal si fuera a compartir mi espacio con el. Sería yo -y no el- el que sufriría las consecuencias de tal actitud.
Del mismo modo,no animaré a nadie (cercano) a ser el mismo,si para ello, tiene que ser un gilipollas.
Pero realmente es deseable que todo el mundo sea realmente "él mismo"?
Firmaríamos esta misma frase?:
Se tu mismo aunque seas un: psicópata,pederdasta o violador?
o quiza... un mentiroso,genocida,racista,sexista o machista?
Creo que realmente no.
El ser un gilipollas, es de los llamados defectos que me ha dado en calificar como "revertibles", es decir, aquellos en los que las consecuancias del propio defecto revierten (las sufren) los demás.
Es como el mal olor corporal. No se me ocurriría animar a nadie a prescindir de su higiene personal si fuera a compartir mi espacio con el. Sería yo -y no el- el que sufriría las consecuencias de tal actitud.
Del mismo modo,no animaré a nadie (cercano) a ser el mismo,si para ello, tiene que ser un gilipollas.
El post no deja indiferente, ni por los pensamientos de Guille ni por las simbólicas fotos. Estupenda idea, John.
ResponderEliminarPor supuesto, yo voto por la autenticidad, con sus virtudes y sus defectos.
Un saludo.
Evidentemente, toda personalidad fuera de los límites tolerables de la convivencia entre seres humanos excluye ser uno mismo.
ResponderEliminarFelicidades por el post.
Veo que en este blog las tonterías no sólo crecen, si no que se desarollan facilmente. Sin duda sois vosotros mismos.
ResponderEliminarLas máscaras son justas y necesarias. Para eso se inventaron.
ResponderEliminarUn abrazo, John, y mi repulsa a ese anónimo que ya empieza a resultar realmente molesto.
Hola, John.
ResponderEliminarNo me conoces: soy Lilith, compañera de trabajo de Yolanda Senator. Como siempre habla de ti con gran pasión, he decidido visitar tu blog, que me parece especial. Desde el punto de vista positivo, por supuesto.
Voy a dar mi opinión, con el permiso de todos los comentaristas: la naturalidad en una persona dice mucho de ella, por lo que no estoy nada de acuerdo con el duque del álamo. Con Guille podría discutir algunos puntos, aunque los ha defendido con valentía e inteligencia. En cuanto a Anónimo, él es el primero que se ha puesto una máscara cobarde para insultar gratuitamente.
Perdón, no quería caer yo misma en la trampa del insulto fácil.
En cualquier caso, aplaudo la iniciativa del señor Hall de publicar el comentario de Guille, porque no es un simple comentario, sino un análisis detallado de la frase.
Un saludo lleno de admiración a todos. Pienso volver
John, el congreso está siendo apasionante. Ojalá hubieras asistido.¿Quizás el año que viene?
ResponderEliminar"Sé tú mismo, aunque seas un gilipollas"...Me ha hecho reflexionar la opinión de Guille al respecto. El sr. Caparrós es claro defensor de lo auténtico, pero Guille tiene razón...¿Qué pasa con los maltratadores?????
Reflexionemos antes de ser tan drásticos.
Un beso, John, y felicidades por el post.
La autenticidad es moneda devaluada hoy día. Aj, aquellos tiempos del maravedí o del doblón, qué buenos tiempos.
ResponderEliminarUn saludo de La Burbuja rugiente
Intuía un encendido debate, y como siempre, no me he equivocado.
ResponderEliminarSebastián, tienes las ideas claras, pero no todo es blanco ni negro, no crees?
Ralph, siempre tan mesurado...igual que en tus conferencias.
Anónimo, creo que sé quién eres. No te tengo miedo. Sigue dejando tus ácidos comentarios de frustrado.
Señor Duque, viaje a Venecia durante los famosos carnavales.
Bienvenida, Lilith, y no dejes de visitar mi blog. Quién sabe si algún día tendrás la suerte de Guille.
Afrika, Afrika, cómo lamento no estar allí, pero no me puedo partir en dos. Espero que me expliques a tu regreso. O mejor, llámame hoy.
Un saludo afectuoso a todos, y gracias.
Burbuja Rugiente, bienvenida. Con tu permiso, y con todo mi respeto, te aclaro que la moneda devaluada no es la autenticidad, sino la peseta, o el franco, o el marco.
ResponderEliminarEspero que hayas salido de aquí con un útil aprendizaje.
Un saludo cordial, y no dejes de pasar; no te arrepentirás.
He de confesar que una frase me ha arrancado una sonora y franca carcajada: ", y como siempre, no me he equivocado"
ResponderEliminar...
Por otra parte, veo que nuestro estimado anónimo se va empapando del espíritu del blog y ha abandonado las faltas de ortografía; realmente es una pena, donde esté un buen insulto ignorante y cobarde,con sus buenas faltas de ortografía radiografiando al autor, que se quite lo demás.
La suerte es mutua.
2salu2
No quiero parecer pedante ni repelente; es simplemente deformación profesional...
ResponderEliminarAnte el comentario de Guille en referencia a ese cobarde Anónimo, me gustaría aclarar que SÍ ha "perpetrado" faltas de ortografía:
"Veo que en este blog las tonterías no sólo crecen, si no (este "si no" va junto) que se desarollan (falta una "r")facilmente (falta el acento). Sin duda sois vosotros mismos."
Como ves, Guille, este ignorante Anónimo no se empapa de nada; de poco le sirve poner sus patazas en el blog del gran John Hall.
Paguémosle con la moneda de la ironía, como bien has hecho tú.
Un abrazo, John!
Ohh, cuanta cultura hay entre los comentaristas! por ahora solo os sabeis defender con insultos.
ResponderEliminar¿por qué no dejamos estas discusiones sin sentido y nos centramos en un tema tan apasionante como es el "ser" frente al "parecer"? La entrada de Guille podría caer en saco roto, y sería una pena.
ResponderEliminarJohn, te hemos echado de menos, nos hemos acordado mucho de ti.
Un beso.
¡Bravo, John, por tu iniciativa a generar un intenso debate! Siempre con tus ideas transgresoras...
ResponderEliminarEstoy con Guille al 100%: si alguien es gilipollas, prefiero que no sea él mismo y que disimule. Comentarios como el de la Burbuja Rugiente, si bien son respetables, han perdido su frescura en nuestra moderna sociedad.
Un saludo a todos!
PS.-John, ¿has recibido mi correo? Como no me has contestado...
Estoy con Anémona! No nos desviemos del tema central. Me excuso si he exagerado un poco en mi anterior comentario. Más vale ignorar.
ResponderEliminarPor lo demás, Joanna, ¿realmente la autenticidad ha perdido su frescura?
Un saludo
Obviamente, Mercedes, me centraba en el comentario de Burbuja Rugiente, no en la autenticidad en sí.
ResponderEliminarJohn, aún espero tu respuesta.
¡Me subo al carro de la Burbuja Rugiente!
ResponderEliminarEl ser humano es lo suficientemente inteligente como para saber cuándo ser auténtico y cuándo usar una máscara. Claro, los hay que son gilipollas...y reconozco que no resulta fácil soportar a uno de ellos siendo él mismo.
ResponderEliminarBuen post.
La añoranza de todo tiempo pasado es legítima, pero seguramente sea infundada en la mayor parte de los casos. Básicamente porque estaremos añorando tiempos no conocidos. El tiempo del maravedí o del doblón, con europa literalmente consumida en guerras y hambrunas no creo que sea el más indicado para ser añorado; personalmente no creo que haya habido un tiempo que merezca la pena ser añorado, por lo menos en el ámbito agregado, y cuanta más amplio sea el espectro, menos motivos para la añoranza. Sí entiendo y apoyo la añoranza en el plano individual o en ámbitos realmente concretos.
ResponderEliminarPor lo demás no creo que la autenticidad sea un valor en decadencia, y espero que no llegue a serlo, sino estaríamos hablando de un "crimental"-1984, george orwel- y espero sinceramente que no lleguemos a ese punto.
El problema que le veo hoy en día (y realmente siempre) es que no sabemos qué es realmente ni donde buscarla; hay quien se pinta el pelo o se viste de cuero, o quien canta,baila,habla,escribe o se comporta de una determinada manera para impostarla, pero eso no entra en el campo de la autenticidad, sino del gregarismo tribal, que me parece que no es la materia de esta post. Ser auténtico no es ser estrafalario o estrambótico, ni siquiera impulsivo. No. Es un valor intrínseco, se nace o no se nace, como un auténtico gilipollas.
2salu2
Joanna, ¿eres acaso azafata del congreso? Me gustaba y me gusta el doblón por aquello de la gran doblez. ¿Ironía doblón versus autenticidad?
ResponderEliminarMi único interés al pasar por aquí son las azafatas uniformadas del magno evento. ¿Serán auténticas ellas? o ¿vestirán la bata de la doblez y la peluca de la im postura?
Saludos tactiles.?
El de antes era yo...
ResponderEliminarLa Burbuja que ruge hecha pompa.
Guille, creo que tú y yo tenemos algo en común: rara vez nos equivocamos. Y con tu último comentario vuelves a plantearnos un atractivo debate sobre tiempos pasados versus tiempos presentes. Bravo!
ResponderEliminarJoanna, te ruego que para cualquier asunto personal, te comuniques conmigo exclusivamente a través del correo electrónico, y por supuesto, si no he respondido aún es porque no he podido; apagar fuegos en las empresas no es tarea fácil, bien lo sabes.
Burbuja Rugiente, gastas un endiablado ritmo lingüístico muy de agradecer.
Mercedes, nos has impresionado con tu lección de ortografía, pero no sé hasta qué punto procede que la des en este blog, amiga.
A todos, seguid participando. Dais vida a este blog. Gracias.
Excelente, Guille. ¿Dónde buscar la autenticidad en nuestros días? Tu comentario me recuerda bastante a la teoría de John Hall sobre la "Realidad Disfrazada", ¿verdad?
ResponderEliminarUn abrazo, John.
PD.- Casi todos saben el trabajo que ejerce Joanna.
Veo que esto se anima. Pongo pues mi granito de arena: autenticidad, sí. Máscaras, también. Gilipollas, no.
ResponderEliminarMañana doy la charla y me marcho ya. Un congreso muy fructífero.
¡Un abrazo, John!
Perdona, John, pero es lo que he hecho, enviarte un correo del que todavía espero respuesta.
ResponderEliminarY daisy Lee, ya sabemos que eres muy inteligente y que lo sabes todo, pero he de darte la razón: este post me recuerda a la teoría de la realidad disfrazada.
Perdonad mi ignorancia, pero no sé a qué os referís cuando habláis de la teoría de la realidad disfrazada...
ResponderEliminarCon el permiso de John, resumo brevemente esta teoría según la cual, todo el mundo disfraza su realidad de alguna forma, con coches caros que no se pueden pagar después, con operacionesestéticas para disimular el paso de los años, en fin, con una apariencia que no es la real.
ResponderEliminarEspero haber respondido con mayor o menor exactitud.
Un abrazo.
Ni yo mismo lo habría podido explicar mejor. Bien, yo sí, pero es una frase hecha. Espero Lilith que las sencillas explicaciones de Anémona te hayan ayudado a adentrarte en este fascinante mundo de las teorías interempresariales.
ResponderEliminarUn afectuoso saludo a ti y a todos.