Estos días de ritmo
frenético me han hecho reflexionar sobre la extraordinaria capacidad del ser
humano (física, intelectual, emocional) de asumir sus responsabilidades y de
incluso rozar el sacrificio con tal de alcanzar la satisfacción más plena al
lograr sus objetivos. Una lección sin duda sabia de la vida.
Recordad: raras veces
el éxito aparece sin esfuerzo.
A todas, a todos, siempre, gracias.
Sí, esto mismo he comprobado en cuestiones amatorias. Que sí, John, no te pongas tan místico, que esto mismo que has dicho se puede aplicar a la cama...o no?
ResponderEliminarUn besito de bienvenida.
Y cuando aparece sin esfuerzo suele ser efímero y falso.
ResponderEliminarBuena entrada, John.
Bueno, no sé, he intentado buscar un ejemplo para llevarte la contraria, pero hasta ahora no he dado con ninguno. Será que tienes razón.
ResponderEliminarSaludos.
¿Y qué me dices de la extraordinaria capacidad del ser humano para NO asumir sus responsabilidades???????
ResponderEliminarpues ya te puedes ir esforzando mas, amigo
ResponderEliminarParece mentira que ahora, después de tanto esfuerzo como has invertido en todo lo que has hecho, llegues a esta conclusión. DEberías haberte dado cuenta antes, hombre.
ResponderEliminarUn beso.
El ser humano disfruta de esta facultad.
ResponderEliminarUn saludo, señor Hall.
Señor Hall, me alegro sobremanera de verle de nuevo en activo en su blog. No sabe cuánto le he echado de menos. Bueno, sin que haya una segunda intención en mis palabras. Por favor, no piense ni por un momento que yo... en fin, que estoy...oh, qué vergüenza.
ResponderEliminarPerdón por mi torpeza expresiva.
John, la recompensa por el esfruezo es muy placentera.
ResponderEliminarUn beso.
Todo eso me parece muy bien pero vigila con el estrés!
ResponderEliminarUn abrazo.
Amigo John, estoy de acuerdo en tu apreciación, pero por favor, que eso no sea impedimento para que no publiques en el blog.
ResponderEliminarUn abrazo.